David Gallart. “Desde que tengo uso de razón, mis juguetes favoritos siempre fueron una caja de 24 rotuladores y un bloc de dibujo. Tras ganar unos cuantos concursos de dibujo y pintura infantiles, y decorar por completo todos y cada uno de los libros de texto que nos daban los padres Escolapios, mi idea de lo que quería hacer en esta vida era cada día más diáfana. Una vez descartada Bellas Artes por alejarse en demasía a mi idea de crear, me licencié en Diseño Gráfico Publicitario. Pasé un buena cantidad de lustros de agencia en agencia. Después comencé a trabajar en el mundo de la serigrafía, al que dediqué 10 años estupendos. Desde hace ocho años, acudo religiosamente a un despacho de arquitectos donde me gano los garbanzos trabajando a jornada completa. En ninguno de todos estos años he dejado de dibujar, realizar encargos o desprenderme de mi lápiz y unas cuantas hojas. Aunque siempre he dibujado cómics, que realmente es lo que me apasiona, no he comenzado a tomármelo realmente en serio hasta que Editorial Verbum llamó a mi puerta”.